CHE

Hay una imagen del Che que sigue corriendo el mundo: es la del barbudo y con la cabellera larga, con la mirada altiva; tiene boina. Representa lo que para muchos es el ideal de revolucionario.

Esta imagen ha perseguido a muchas generaciones desde su muerte. Y digo, tal imagen ha perseguido a muchas generaciones, porque ha intentado, con su reflejo, que se apropien de ella, que la corporicen.

Como sucede con toda imagen, ella es sólo un ideal. El Che cada vez se vuelve ideal. Un phantasma y también una phantasia. La película de Walter Salles, "Diarios de motocicleta" habla de estos recovecos.

IMAGEN ABSTRACTA

Un vector en la pantalla traza un halo como el de un cometa en el cielo. Su base pixélica desafía el horizonte de un cielo que no quiere parecerse tal. Los ángeles de la pantalla luchan con sus espadas cromadas y aunque quieren corporizarse, lo único que consiguen es una gota de luz que les hace desvanecerse.

La imagen en la pantalla parece ser una especie de Hades sin esencia.

IMÁGENES PUBLICITARIAS

La publicidad tiene una estratagema. Habla con imágenes y no con palabras. Dice lo que queramos que se diga de un mundo. Cuando se plantea mostrar que el mundo es completamente una utopía, todo en él es posible, ya que las imágenes juegan a ser reales.

Y como tal lo que nos restrega en la cara es ese (posible) mundo real.

Oxy, como muchas corporaciones multinacionales, ahora quiere convencer con imágenes, que es la mejor empresa, la salvadora de la humanidad, la benefactora de un pueblo, la que con su ayuda ha hecho engrandecer un país. La estratagema publicitaria está nuevamente activada en beneficio del Capital y del lucro desmedido. Dicha estratagema evidentemente hace olvidar que pocos, muy pocos se benefician de la riqueza y gracias a ella hacen empobrecer a miles de millones.

En el simulacro del desarrollo, la imagen es una buena coartada.

Esto sucede en Ecuador. Oxy, como muchas otras multinacionales quieren tapar en Ecuador los desastres naturales, sociales, políticos, etc. que han ocasionado, con una buena dosis de imágenes publicitarias.

UN MUNDO

Estar dentro de un juego sólo para neutralizar al juego mismo. Convertirse en una imagen y neutralizarse a sí mismo. Penetrar el código y apropiarse de él. Transformar el mundo: volver a nacer en él. Comenzar todo de nuevo, como si las cosas no se hubieran dado nunca jamás. Sólo habitar. ¿Y el juego?

El gran problema es que el juego se convierte en otro. La realidad es una imagen cuyo peso es completamente difícil de deshabitar.

MUJERES PERFECTAS

En un mundo aparentemente utópico, donde todo debe ser perfecto, los seres humanos ya no se necesitan a sí mismos: deben implantarse nanochips en el cerebro para lograr ser perfectos, es decir, perfectamente funcionales. Esta la imagen.

Pero aún más, los hombres deben dominar a las mujeres. Ellas deben ser perfectas amas de casa, perfectas esposas, perfectas amantes. La imagen de un ser completamente funcional. Esta es la otra imagen.

Dos imágenes: la de los seres humanos que se recrean a sí mismos. Hacen de sí perfectas imágenes para una sociedad que debe seguir su ejemplo. La otra, la imagen de la subordinación total.

La imagen es una completa ironía.

Esto a propósito de un film de Frank Oz, "Mujeres perfectas"