IMÁGENES DEL FIN DEL MUNDO
No son monstruos los que, aplacando la ira de algún dios, descienden sobre la faz de la dorada tierra. Tampoco son las pestes que minan los senderos de los bosques poblados de animales humanos. Ni siquiera son los ecos de las voces, cual fantasmales quejidos, retumban en el hueco de algún corazón perdido. Sólo son imágenes del fin del mundo.
Tales imágenes, por paradójico que sea, son apenas sueños desgastados de algún ser en la penumbra de alguna noche tempestuosa. Precisamente la tempestad hace que los sueños se vuelvan monstruosos, que las pestes acosen con su sombra el imaginario de la mente, y que tales sombras vibren como ecos. Lo que desconcierta es justamente eso, que a la vez de terribles, son inmaculadas: son sueños que parecen transcurrir sin la densidad de toda destrucción, sino en la paz de toda oscuridad. Por ello aparece el temor. Las imágenes parecen ser el medio.
Tales imágenes, por paradójico que sea, son apenas sueños desgastados de algún ser en la penumbra de alguna noche tempestuosa. Precisamente la tempestad hace que los sueños se vuelvan monstruosos, que las pestes acosen con su sombra el imaginario de la mente, y que tales sombras vibren como ecos. Lo que desconcierta es justamente eso, que a la vez de terribles, son inmaculadas: son sueños que parecen transcurrir sin la densidad de toda destrucción, sino en la paz de toda oscuridad. Por ello aparece el temor. Las imágenes parecen ser el medio.
5 Comments:
Hola profe fue interesante su clase de hoy
Gracias por su seminario......
holaaaa
Chevere siempre se aprende algo nuevo
que más....!
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